El castillo de la pureza
Antecedentes
“Un loco que se sentía Dios”, rezaba una carta
escrita por Indómita,en la que pedía ayuda, para salir del cautiverio en el que
su padre tuvo por más de 15 años a su familia, detonado también por la
atracción que la joven sentía por el encargado de una tlapalería. Acto seguido,
y luego de tomar providencias, la policía irrumpió en una casona casi derruida
con olor a muerte, ubicada en Macetones, en la que se detuvo a Rafael Pérez
Hernández, patriarca un núcleo familiar constituido por 6 hijos y su esposa,
quien antes de ser capturado intentó quemar su domicilio. Los titulares de
publicaciones como La nación hicieron público el hecho, era un 25 de julio de
1959, en el cual la opinión pública quedó conmocionada.
La revista Time recapituló el penoso
incidente, mientras que el caso detonó obras, artículos y Rafael Pérez
Hernández fue trasladado al Palacio Negro de Lecumberri. Su esposa, Sonia María
Rosa Noé, declaró ante los medios el seguir amando a su marido. Mientras que
sus hijos Indómita, Libre,
Soberano, Triunfador, Bienvivir, y Librepensamiento, poco tiempo después,
descubrieron que no sabían hacer gran cosa fuera de las paredes que los
resguardaron durante toda su existencia.
Tenemos 18 años sin salir de
aquí ...
Lo antes escrito, casi 15 años
después, desentraño El castillo de la pureza, cinta basada en el caso de Los
Macetones, el cual fue dirigido por Arturo Ripstein, quien recuerda que el suceso le llamó poderosamente
la atención desde que lo leyó en los periódicos “Era un niño cuando leí la historia. Se hizo una obra que escribió
Sergio Galindo se llamaba Los motivos
del lobo, una novela de Luis Spota (La carcajada del gato). Fue con caso muy
sonado el de Pérez Hernández. Al
verdadero padre lo conocí alguna vez en
Lecumberri, sí lo conocí, pero murió poco tiempo después, se suicidó”, dijo.
Con respecto al por qué
llevar la crudeza del caso al lienzo de la pantalla grande, con “ciertas
libertades poéticas” como refiere Diana Bracho, el cineasta es contundente en
su veredicto “Es el siempre hablar de familias
y cómo estas pueden llegar a ser atroces”.
El hombre de recia
voluntad moldea el mundo ...Goethe
Con un guión hecho por el
propio Ripstein en cofradía de José Emilio Pacheco, la cinta se filmó en los
Estudios Churubusco con una fortaleza hecha expresamente para la cinta. La
cinta narra el cómo Gabriel Lima (Claudio Brook) está convencido de la
nocividad del mundo exterior, hecho que lo lleva a recluir a su familia,
incluida su esposa Beatriz (Rita Macedo), en una casona que fungen como
resguardo de las buenas costumbres y pensamientos, según el protagonista. Sus
hijos Utopía (Diana Bracho), Porvenir
(Arturo Beristain) y Voluntad (Gladys Bermejo), son bautizados con nombres que de una u otra manera exponen la
locura en la que se encuentra el protagonista.
A lo largo de la trama se
descubre la hipocresía del cabecilla de la familia, mientras sus hijos
mantienen una dieta rigurosa de vegetales, sopas y demás, en los que la carne
está prohibida, Gabriel sí puede darse estos lujos y comer tacos de suadero en
un puesto cualquiera, durante la vendimia de raticidas que elabora con los
miembros de su familia. A su vez el patriarca acude con prostitutas o se les
insinúa a jovencitas para saciar sus más bajos instintos, pese a ser un hombre
casado con una mujer de belleza clásica. Estos elementos determinan una
punzante y marcada doble moral latente en la sociedad contemporánea, llevada al
paroxismo en el filme.
Infelices , perros,
desgraciados !qué asco !
Un cuartel lleno de
órdenes, gritos, castigos, vejaciones y leer como si fuera biblia a los libres
pensadores era el pan diario que Gabriel proveía a su familia, a veces con
cierto arrepentimiento, el cual era tolerado, sobre todo por lo hijos, sin
embargo conforme crecen Utopía y Porvenir, sus necesidades biológicas los
llevan a experimentar toqueteos incestuosos desatando la furia del patriarca,
incluso es el preámbulo para amenazarlos de muerte. Con respecto a dichas
escenas Diana Bracho recuerda alunas anécdotas.
“Esa escena sí
fue difícil porque Claudio me tenía que pegar de latigazos, nos tenía que
maltratar, el látigo era de utilería y me pusieron algo en la espalda, pero
cuando uno actúa es como si lo estuvieran golpeando. Con Arturo nos llevábamos
muy bien, bueno todos , esa escena donde me están metiendo la mano en el calzón
que es bastante fuerte, la hicimos con mucha delicadeza y cuidado, no me
violentó para nada”.
Las bestias
sólo buscan el placer ...
El papel de
Beatriz (Rita Macedo) nos retrata la fragilidad y lo sumisa de la mujer
mexicana, con algunas destellos de romper con la misma en algunas escenas,
cuando el marido le confiesa el haberse ido con mujerzuelas. Sin embargo este
rol se amolda a la imagen que el cine mexicano trazó en la mayoría de las
cintas, tales como “La oveja negra”, entre otras, donde la mujer permite todo
con tal de mantener al hombre a su lado, no importando los improperios
generados a sus vástagos. En torno al papel de Rita Macedo, Arturo Risptein
comparte cómo fue que seleccionó a la
actriz para el papel “Me parecía una buena actriz y era una persona con la que
pensé que podía trabajar. Pero, la verdad de la milanesa es que le ofrecí ese
papel a Silvia Pinal, pero me dijo que no podía porque era novia de Enrique Guzmán
y necesitaba dar una imagen juvenil y no podía estar encerrada en una casa”
declaró.
Por su parte
Diana Bracho también posee recuerdos de la actriz “A Rita Macedo la descubrió mi papá (Julio Bracho), hicieron juntos
Rosenda, estaba buscando a una actriz joven y había visto a las que estaban en
el candelero, pero no le convencían mucho. Rita venía de un concurso de
belleza, le llamó la atención y la hicieron juntos, conocía a mi papá. Ella fue
muy linda conmigo, era una persona difícil de carácter, pero conmigo era un
sol, era seca pero conmigo tenía gestos lindos, me daba consejos, muy amorosos.
Tengo un buen recuerdo de ella, al igual que el de todos, nos llevábamos muy
bien”, subrayó.
Tengo mucho
miedo, jamás lo había visto así
En medio de un
ambiente de zozobra y miedo Utopía decide mandar una carta de auxilio, como
pasó en el caso real. Sin embargo el arresto al patriarca de la familia se
debió a no portar su permiso para vender raticida. Con ciertos paralelismos
pero con algunas modificaciones El castillo de la pureza se estrenó un 10 de
mayo de 1973, compartiendo fecha con Los cachorros, en el cine Diana. La
publicidad del filme citaba “La historia de un hombre que encerró 18 años a su
mujer y sus tres hijos para preservarlos de la corrupción del mundo exterior”.
A pesar de las diferencias del caso, las similitudes son muy marcadas, pero
Diana Bracho no quiso conocer a la familia ni antes ni después del rodaje,
menos aún luego de saber del suicidio del Pérez Hernández, sujeto en el que se
basó el filme.
“No, incluso
antes de hacerla no quise conocer a la familia, es una historia real, pero la
escribió José Emilio Pacheco, es una versión libre de la historia, yo diría que
casi poética. Creo que el señor tenía nueve hijos, aquí somos tres. A mi no me
interesó conocerla porque no era un documento .Sí me enteré que el señor se
había ahorcado en la cárcel, nos shockeo a todos, después de que salió la
película se ahorcó. No sabemos si la película fue causal o un acto inconexo”.
Una anécdota que
la actriz recuerda sobre el rodaje pertenece a un break de comida, el cual
aprovechó para que su padre, el cineasta Julio Bracho perteneciente a la época
de oro, y su director en turno, Arturo Ripstein concerniente a la nueva
corriente de aquel entonces, se acercaran y compartieran las viandas, hecho
poco imaginable, pues en aquellas épocas
había una disputa muy marcada entre los cineastas de diferentes generaciones.
“Cuando empecé
con Arturo en El castillo..., pensé Arturo y mi papá se llevarían muy bien,
Arturo es muy culto, lee mucho, le interesa mucho la literatura, a mi papá
también, tienen los mismos intereses, yo no sé porque se odian. Un día se me
ocurrió invitar a mi papá a comer al set en los estudios, los junté
tramposamente, se llevaron divinamente bien, hablaron de literatura, de cine,
admiraban a los mismos directores, les gustaban las mismas películas, el tipo
de cine que querían se llevaron divinamente bien, y le dije ves no deben
llevarse mal”.
La cinta ayuda a
edificar la sordidez del cine Ripsteniano, la cual se vería en cintas
posteriores; transgrede la imagen patriarcal, en la que si bien los papás no
son los más amorosos sí poseen sensibilidad y protección. La cinta emana una
radiografía abrumadora sobre los excesos del rigor, los cuales pueden ser
motivo para generar una revolución o un parricidio.
Mira la película completa
Mira la película completa
0 comentarios:
Publicar un comentario