VENENO
PARA LAS HADAS
Sí, las
brujas lo pueden todo
Desde tiempos
remotos las hadas y las brujas han tenido disputas irreconciliables, ambos
clanes poseen poderes mágicos, las primeras obran de buena fe mientras que las
otras detonan y emanan perversidad, además éstas últimas pocas veces tienen un
final feliz. Tal vez este desenlace jamás lo supo Verónica (Ana
Patricia Rojo) una niña, al parecer inocente, quien luego de la pérdida de sus
padres, es cuidada por su nana en una vieja cason, en la que a través de la voz
de ésta, escucha cuentos de hadas, pero ellas no le entusiasman para nada, al contrario, la
pequeña manifiesta una gran fascinación por las brujas, a quienes intentará emular en la vida real, sin la supervisión de ningún adulto.
Lo antes citado, es el marco en el que se desarrolla “Veneno para las hadas”, última cinta de
Carlos Enrique Taboada, puesto que “Girón de niebla nunca vio la luz” y se realizó para ser un video home, en ella, Verónica es una niña con una
fantasía inconmensurable, en la que desprovista de bienes materiales y
emocionales, pues sólo cuenta con su abuela y nana, experimentará la envidia
cuando conozca a Flavia (Elsa María Gutiérrez), quien representa todo lo que
Verónica anhela y de una u otra forma intentará obtenerlo. Los medios de los
que se hará valer para conseguir sus objetivos son el tormento, una especie de bullying,
en el que acosará a su compañera bajo el argumento de ser una verdadera bruja,
materializando el dicho de ser una loba con piel de oveja.
Nana ¿cómo se
hace un pacto con el diablo?
La línea para
contar la trama, como en sus anteriores cintas de terror psicológico, recae en
las mujeres quienes en medio de la convivencia van desmarañando una trama en la
que no se ven a los personajes adultos, podemos escuchar voces y ciertas tomas
subjetivas, overshoulders, entre otras, pero salvo algunas excepciones
jamás vemos los rostros de los mismos. Es así como el espectador es testigo del
cómo Verónica, en compañía de sus conjuros y ciertos hechos fortuitos para su
credibilidad, como la muerte de la maestra de música, contribuyen a cosechar el pavor en
Flavia. Aunque para muchos Verónica puede ser vista como una villana, pues a
final de cuentas cuando se es niño también se posee un balance entre el bien y
el mal, Ana Patricia Rojo, una de sus protagonistas
otorga una justificación sobre la conducta de su personaje.
“Yo diría que es
una protagonista muy atribulada, es una niña como todas, es uno de los mensajes
importantes, es reflejo de su entorno, de su educación, de lo que recibe de los
adultos. Está bajo el cuidado de una nana que le envicia y le envenena la
imaginación, le hace un daño y vive
conforme su entorno. Entonces la niña que tiene todo se siente acosada, cree
sus fantasías y cuentos y termina haciendo algo terrible”, dijo. Con respecto a
las tomas en las que los adultos no son vistos en la cinta, de acuerdo a lo
planteado por Taboada, la hija de Gustavo Rojo
“Su visión es plantear la cinta desde las perspectiva de los niños,
inocente y cruel, no de la visión de adultos, ellos sólo son una referencia”,
citó.
Mamá ¿por qué
hay niñas que rezan antes de dormirse? Porque tienen miedo, pero tú no. No, yo
no
A diferencia de
sus anteriores cintas, Taboada no recurre a un fantasma que atormenta a los
vivos, sino que los mismos vivos aterrorizan a sus semejantes, más crudo aún es
que aborda lo escabroso que puede llegar a ser la niñez. Pese a que la
protagonista vive bajo el influjo de los cuentos que se le cuentas, ésta lleva
un deseo intrínseco, que va más allá de juego, de manifestar una conducta
maligna no importando su edad tal como se ha visto en cintas como “El ángel
malvado”, “La mala semilla” o “Los niños del maíz”, por citar algunas. Verónica
sabe del poder que ejerce sobre Flavia, por lo que sus demandas van creciendo
conforme ve que obtiene resultados bajo la extorsión.
Flavia se dará a
la tarea de experimentar pesadillas, en medio de sudor, en las que buscará
desafanarse de su amiga, con intentos fallidos, pues cuando menos se da
cuenta ya está envuelta en “pactos” irrompibles y hechos con sangre, por los
cuales no podrá contar con la ayuda de sus padres, llevándola a la
desesperación, angustia y medidas que van más allá de lo imaginable. Además de
no contar con una religión católica o cristiana, como lo llega a manifestar en
una de las escenas en la que cita “nosotros no creemos en eso”, refiriéndose al
nacimiento del niño Jesús.
Tú vas a
hacer siempre lo que yo te diga, siempre, sino te va a pesar
Con la finalidad
de darle rostro a la perversidad misma
Verónica obligará a Flavia, induciéndola a que la invite a unas vacaciones en
un rancho, para así facilitar los medios que requiere para cocinar un veneno
para las hadas, en el que los ingredientes serán patas de araña, sapos, colas
de lagartija, cenizas de una cruz de panteón así como tierra, para así
exterminar a las hadas, según lo dicho por
su nana. Con respecto a la realización de dichas escenas, Ana Patricia
dio algunos pormenores de las mismas, así como la experiencia de haber
colaborado en la última cinta de Carlos Enrique Taboada.
“Me acuerdo que
con eso me quitaron temor para los insectos, tenía que agarrar a la tarántula,
de entonces a la fecha no les tengo miedo, las puedo agarrar. Lo que sí me daba
asco eran los sapos, porque se dilataban, me decían que cuando se dilataban
explotaban, entonces había que cortar las tomas, lo soltaba y esperaba a que bajara su dilatación y retomar
la escena, esa fue muy impresionante”.
“Mi experiencia
con el Sr. Carlos Enrique tiene que ser distinta para cualquier otro actor
adulto, porque es diferente procesarla para una niña de ocho años en una cinta
con una temática en particular, no fue fácil, fue intímidante en su
personalidad, en su forma de presentar las cosas, de filmar. Era un poco
atemorizante para mí, según recuerdo, pero muy interesante”.
Las escenas a
medianoche, como lo dice el filme, también tuvieron su toque “Hacía demasiado
frío, usábamos abrigos encima de la pijama, más que una experiencia de miedo
fue de frío”, dijo Ana Patricia.
Las brujas tienen que ser malas. Yo quiero ser la
más mala de todas
Una vez
colectados todos los aditamentos, la hora de preparar el veneno para las hadas
se acerca, en el granero escogido, sin embrago Flavia tomará una decisión que
puede remontarnos a la inquisición, o
tal vez ella era la verdadera bruja, en el que el fuego será el encargado de
acabar o purificar el alma de Verónica, como solía decir San Agustín. Este
desenlace incluso impactó a Rubén Rojo, padre de la protagonista “Mi papá la
vio en cine, me dijo que se emocionó en la escena final y casi no la pudo ver,
porque pese a ser actor y de familia de actores, sí le impresionó ver a su hija
pequeña en la escena final”, refirió.
Apostando por la
inteligencia y la reflexión, “Veneno para las hadas” explora y da fuerza al género de terror, en
un ámbito psicológico, en el que no se necesitan matanzas, o sangre para llevar
al espectador a los límites de lo escabroso, pues hace un foco rojo sobre la
educación y la desatención que muchas veces los adultos dan a los niños, a su
vez de mostrar que la niñez no es tan dulce como aparenta.
La última cinta
de Taboada, como realizador, fue exhibida dos años después, en una época donde
el suspenso y el terror estaban de moda y era bien recibido por el público. Era
el 2 de octubre de 1986 cuando el filme salió
a la luz con poca exhibición, en los cines Metropólitan, Alex Phillips y
Gabriel Figueroa. Con un acumulado de 5 premios Ariel, incluida mejor
dirección, “Veneno para las hadas” fue promocionada como “La película más
premiada en la entrega del Ariel”, así como “escalofriante”; por aquellas
fechas llegaban cintas como “Lobos criaturas del diablo”, así como otras
propuestas de la misma índole, o intentando serlo, como “Los enviados del
infierno, El Maleficio 2”, “La colina del terror”, “La noche de los muertos
vivientes”, por citar algunas. Mientras el estreno de “Veneno par las hadas” se
cocinaba, un día antes su realizador, Carlos Enrique Taboada, continuaba con su
labor televisiva, fungió como anfitrión en “México y su historia”, emisión en
la XEQ Tv, a las 20 horas, en la que presentaba la telenovela de Ernesto Alonso
“Los caudillos”.
Ahora, a la luz
del tiempo “Veneno para las hadas” entra en la categoría de cine de culto,
además de haber colectado varios premios a nivel nacional e internacional, en
el que también se comprueba que una historia bien contada, y sin la presencia
de grandes estrellas, es capaz de captar la atención del cinéfilo. Hoy en día,
Ana Patricia le sigue guardando un gran cariño, además de que la cinta, de una
u otra forma, la catapultó para ser considerada en papeles antagónicos “Es una
gran satisfacción, cada año la repiten, Recibí muchos premios a nivel nacional
e internacional, estuve nominada al Ariel como mejor actriz, no en un rubro
infantil, compartí la terna con Patricia Reyes Spíndola con “Los motivos de
Luz”, eso en sí mismo es gran premio, gané en Colombia en el festival de cine,
es un hito importante en mi carrera de etapa infantil. Espero que ahora de
adulta me llegue una cinta con esta repercusión, a pesar de que mi carrera sí
se fue encaminando a la televisión y a
las villanas”.
La veré, gracias por la recomendación ✌��
ResponderBorrarEspero que la disfrutes, Ana Patricia y Elsa estuvieron nominadas al ariel en el rubro principal de actriz, la vencedora fue Patricia Reyes Spíndola por Los motivos de luz, subiremos un especial de la cinta
Borrar