Cintas comerciales, de culto, mexicanas con anécdotas y reseñas de las mismas

“Olvídalo, Jake. Esto es Chinatown”, Barrio chino, 1974

El cine es capaz de marcar momentos imborrables en el espectador.

"Que la fuerza te acompañe", Star wars "Una nueva esperanza", 1977

Es capaz de hacernos ver las estrellas y llevarnos a una galaxia muy lejana

“¿Me estás hablando a mí?”, Taxi driver, 1976

Es capaz de emocionar, hacernos reflexionar y vibrar. .

domingo, 29 de julio de 2018

LOS CAIFANES




LOS CAIFANES

 Foto La crónica 


El frío que de noche sientes es por andar desperdiciada...

La noche, con su respectivo manto oscuro, es la encargada de albergar infinidad de historias y de diversión, también es capaz de hermanar a cualquiera que busque hacer una que otra “jalada”, tal es el caso de Los caifanes, definidos como “aquellos que las pueden todas”, un grupo bastante peculiar, el cual  conoce a dos jóvenes de clase alta con los que pasarán una noche de juerga como pocas. Es así como los convencionalismos sociales se rompen y los ricos convivirán con los pobres.

Lo antes escrito pertenece a la cinta “Los Caifanes”, un argumento de Carlos Fuentes y Juan Ibañez, quien también fungió como director. El filme rodado con ciertas dificultades, tanto para su realización como exhibición, vio por primera vez la luz un jueves 17 de agosto de 1967 en el Cine Roble, ubicado en paseo de la Reforma e Insurgentes norte, así como en el Mariscala y Estrella; la cartelera de ese entonces incluyó otros títulos como “Casino Royale”, perteneciente a la saga Bond, así como “La soldadera”, la cual dado su éxito se exhibió no sólo en el cine Alameda también en El carrusel;  “La Atlántida” también llegaba a cartelera,  bajo un formato de 70 milímetros. Con un costo por boleto de cuatro pesos, la audiencia mexicana atestiguó por primera vez la trama del Capitán Gato, El mazacote, El estilos, El Azteca, quienes en cofradía con Paloma y el arquitecto Jaime de Landa hicieron de las suyas y lograron romper los esquemas de lo antes establecido en el cine nacional, incluso los años y los críticos la catalogan como una de las cien mejores películas mexicanas.

La visita a un cabaret de mala muerte, el Géminis, en el que Paloma (Julissa) convive con las mujeres que talonean haciéndose pasar por una de ellas, entre la curiosidad por conocerlas, es el inicio de una travesía con varias tesituras. El vestir a la Diana cazadora, con un sostén y falda, es la broma que finalmente rompe el hielo entre ambos choques culturales. El encargado de perpetrar dicho acto es El azteca (Ernesto Gómez Cruz), quien reveló cómo consiguió tal proeza.

“El cine tiene muchos trucos, entonces subo con dificultades a la Diana, pero subí con escaleras, no es tan fácil, porque no creo sea posible subirse así, hay agua, ya arriba ya está seco, pero para ese plato enorme es difícil, fue por medio escaleras y cortes. La única satisfacción que tengo es que no creo que haya subido ninguno de mis compañeros actores de mis películas y yo hasta me atrevía a darle un beso y vestirla”, acotó.

Una vez vestida la dama, ubicada en Reforma, la noche continúa con diversión ataviada con  metáforas y  reflexiones en torno a la muerte, como ocurre en el funeral en el que se aprecian a todos acostados en su respectivo sarcófago. El jolgorio avanza pero también la intensidad de las bromas, hecho que lleva a este grupo a separarse en pares, durante algunas horas en la madrugada, para después reencontrarse. Estos  son los elementos de una velada bizarra que queda asentada en los anales de la cinematografía.


México en una laguna y mi corazón echándose clavados...

Con inquietudes de dar nuevos bríos y esperanza al cine mexicano se lanzó un concurso de guiones, organizado por la sección de Técnicos y Manuales del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC), en la que el guión de Carlos Fuentes y Juan Ibañez fue el ganador bajo la revisión del jurado,  conformado por  Salvador Novo (escritor e historiador), Fernando Macotela (escritor y guionista) y Juan J. Ortega (periodista, director y productor de cine). Pese al prestigio de la pluma de Fuentes, la película no conseguía su rodaje y luego de pasearse por diferentes manos la propuesta despertó el interés de los productores Pérez Gavilán y Mauricio Walerstein, quienes consiguieron el dinero. Pese a esto, las dificultados continuaron pues algunos miembros del sindicato de cine y actores, impidieron el rodaje durante cuatro días, hasta que los realizadores acudieron a las autoridades gubernamentales, las cuales dieron el visto bueno para realizar una filmación con  locaciones en el Distrito Federal, era el mes de diciembre de 1966.

“Era una etapa donde los sindicatos del STPC no admitían a nuevos elementos y las puertas estaban cerradas para los nuevos, escritores, directores, ese pienso yo fue el problema. A final de cuentas logramos hacer la película”, recuerda Ernesto Gómez Cruz en torno a las dificultades para rodar una cinta en aquellos tiempos cinematográficos.



Hay cosas que parecen viejas pero no lo son...

Un idioma entre lo populachero y lo poético, algunas escenas que pueden ser calificadas como oníricas,  además de una cinta dividida en capítulos, cinco para ser exactos, con continuidad y sin fragmentaciones en la narrativa, además de comenzar a explotar el soundtrack con música incidental y temas como “Fuera del mundo”, título tentativo de la cinta, son algunas de las innovaciones que aportó el filme en medio de una cinematografía en la que las historias eran rosas con musicales o comedias insulsas como “Juan Pistolas” o “Acapulco a go go”, entre otras.

Durante su estreno la cinta fue bien acogida por la crítica, así queda asentado el 19 de agosto de aquel año, en la sección de crítica escrita por Núñez y Lobaton para Excélsior, en la que se refiere lo siguiente “Representa el movimiento de recreación de nuestro cine. Tanto el tema, el argumento, la dirección y fotografía (de Fernando Colín) son algo nuevo y capaz de competir con los expresados por talentos de categoría internacional”. Casi medio siglo después de su estreno las referencias a la cinta continúan, y parte de su elenco, pese a todo lo que han hecho, consideran a “Los Caifanes” como su obra cumbre, tal es el caso de Julissa, en el papel de Paloma, quien representa con este papel el liberalismo y rebeldía de la mujer en un grupo de hombres. Precisamente la actriz  manifestó el cariño y la importancia que le tiene a la cinta, así como la amistad que mantuvo con Enrique Álvarez Félix, su pareja en el filme.

“Es el máximo momento para mí a nivel artístico, obviamente a nivel emocional uno totalmente está en otra onda cuando se es tan joven. Enrique y yo los dos teníamos muchos azotes, nos daba risa, porque cuando no estábamos filmando nos contábamos nuestras penas.Él fue un gran amigo mío, fue mi compadre, padrino de mi hijo Alejandro, lo quise mucho, tenía  un gran sentido del humor, como el de su madre, increíble”, enfatizó. Durante el año de su exhibición la actriz de “Amor libre”, dio a conocer que la cinta sería mostrada en uno de los festivales más importantes del mundo “El 24 saldré a Venecia para asistir al Festival de Cine donde se presentará mi película Los Caifanes, que no concursará, será invitada. Espero conocer gente muy increíble. Carlos Fuentes será jurado”, dijo a Excélsior, con fecha del viernes 18 de agosto de 1967.

Y es que para la también cantante, Carlos Fuentes, quien también fuera su padrastro, fue una persona primordial y de gran relevancia en su carrera “Todo lo que tuve que ver con Carlos fue mágico para mí, fue muy importante, su amistad, su compañía, la gente que lo seguía a todas partes. Fue una época increíble, íbamos juntos a galerías, yo era prácticamente de los más chicos de esa generación, cuando se fue a vivir fuera se deshizo ese grupo”, remarcó.

Ernesto Gómez Cruz, quien encarna al Azteca, también le tiene una estima especial a esta cinta “Fue mi primer película, yo venía de estudiar teatro, no había hecho nada en cine y de ahí ya no me moví. Llegó de milagro la cinta, nunca me imaginé en la pantalla. Saliendo de la escuela, literalmente, salía de los habituarios, había terminado mi tiempo de tres años de colegiatura, yo quería cinco, no fue posible, me dieron el ultimatum para que dejara vacante mi lugar para otros becarios. Ahí me encuentro con Sergio Jiménez, que en paz descanse el amigo, y me dijo que venía por mí porque estaba metido en una película pero faltaba un personaje. Él me llevó con Juan Ibañez, le llevé unas fotos hechas por mí, con líquido, manchadas, y le gustaron a Juan, y creo que ese fue motivo para que me quedara en la cinta”, reveló.

La vida es la metáfora del hastío...

Un choque cultural y todo un cuestionamiento sobre la lucha de clases es lo que nos aborda la cinta de Juan Ibañez, en la que si bien ambos grupos, ricos y pobres, se unen para tener una noche de juerga los conflictos también surgen. Aunque el desparpajo y la desfachatez se manifiesta en estos mecánicos de Toluca denominados Los caifanes, también hay cierto pesar en sus existencias. En la otra cara de la moneda,los jóvenes nice se ven inmiscuidos en la despreocupación y lo superficial de las apariencias. La fusión de ambas vertientes engloba la hegemonía y poder de la case acomodada, aquellos que sí tienen un nombre y algo que perder en comparación con sus “amigos” de una noche. Pero ojo a pesar del poder adquisitivo que simbolizan jamás pusieron un centavo en esta noche de desparpajo. Lo referido queda asentado en una de las secuencias finales del filme “Es muy fácil ser bravo, cuando no se tienen nada que perder, ustedes ni nombre tienen.....mugrosos sin nombre”, refiere El arquitecto Jaime de Landa.  Acto seguido y luego de apaciguar las fricciones, el Capitán Gato “Ya vámonos joven, pero se le olvidó pagar, ¿qué ya se arrepintió de invitarnos? o se acostumbró a que nosotros siempre paguemos”.

“Los Caifanes” marcó el rumbo de nuevas formas de hacer cine en nuestro país en el que los burgueses y la clase obrera, contiene la lucha de ideas y de poder, enmarcadas por   secuencias y diálogos de antología. En aquel año la industria fílmica sólo produjo 35 filmes, los cuales fueron catalogados como insuficientes.

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lunes, 23 de julio de 2018

LA VIUDA NEGRA




LA VIUDA NEGRA




No soy un santo pero tampoco un pecador...


La religión siempre ha sido objeto de sigilo, culto, devoción y otros menesteres que son motivo de adoración, sobre todo en nuestro país, por ende a nadie le gusta que critiquen, juzguen o señalen a la misma mostrando una cara que es ineludible, aquellos que la simbolizan y representan también son humanos, lo que los lleva a cometer pecados, aún más escabroso es  cuando estos los llevan al placer de la carne y la lascivia.

Arturo Ripstein es el comandante de la cinta  “La viuda negra”, basada en la obra “Debiera haber obispas” de Rafael Solana, puesta que se montó en 1974 bajo la dirección de Carlos Bracho en el teatro Tepeyac, ahora rebautizado como Carmen Montejo. Un dato poco conocido es que el cineasta cogió la silla de realizador después de que un contemporáneo suyo reincidiera dicho puesto “Me la ofrecieron a mí porque el director que la iba a hacer, originalmente era Felipe Cazals, renunció a hacerla unos días antes de empezar el rodaje, yo la agarré ya armada”, refirió Arturo Ripstein.

“La viuda negra” rompió esquemas y tabúes de lo antes estipulado al mostrar una historia en la que con un nombre que evoca a un evangelio hallamos a Matea Gutiérrez, interpretada por Isela Vega,  caracterizada por ser una mujer oprimida desde niña por la iglesia católica, a lo que siempre había un dejo de rebeldía pero también una cierta devoción. Con el pasar de los años Matea, siempre  vestida con indumentarias negras, es enviada como ama de llaves a la parroquia del padre Feliciano, encarnado por Mario Almada, en la que el equilibrio y los secretos de confesión quedan resguardados por dicho sacerdote. Todo indica que hay paz y armonía, pero  una calumnia generará una convivencia, casi obligada, por parte de ambos individuos detonando un idilio prohibido, por los famosos votos de castidad del clérigo, los cuales serán rotos y despertará al hombre con ímpetus de concupiscencia que habita en el sacerdote, descongestionando así el apetito sexual.

Tal vez por locura, culpa o remordimiento, quizá por  justicia divina, la muerte le llega al padre Feliciano, pero antes de su deceso revela a Matea los pecados de todo el pueblo, lo que le dará a ésta un poder inconmensurable, deseado por más de un habitante del poblado, en el que la protagonista y como metáfora termina comiéndose al macho y se auto nombra juez, una especie de sacerdotisa. El tema fue transgresor para su época, 1977, por lo que la censura se hizo manifiesta y tuvo que pasar un sexenio, con el correspondiente cambio de poder y funcionarios, para que la cinta viese la luz en cartelera.



Ciegos ¿qué no ven que tengo el poder de Dios?...

En boca de Ripstein e Isela la cinta es “transgresora”, por la violación al secreto de castidad, el machismo, la gazmoñería, la doble moral, entre otras aristas. Hoy en día la cinta sigue siendo polémica, fungiendo como un antecedente de lo que sería “El crimen del padre Amaro”, y es que además de la religión se manejaban los acostumbrados desnudos a los que Isela Vega se sometía en cada filmación, a niveles casi ginecológicos, situación que escandalizó al espectador al ser mezclado con símbolos propios del catolicismo. Con respecto a dichos eventos que convulsionaron a la opinión pública y las autoridades, la actriz expone su postura ante la religión y el desnudo.

“Todavía México era una sociedad espantada, ya no es tanto, era muy...es todavía, somos una colonia de los españoles, somos esclavos de la religión, ustedes porque yo no. Como todo está prohibido, los pecados de la carne, es de una moral alpargatera le digo yo. Los españoles siempre han sido muy espantados del sexo, los cristianos, los católicos, los religiosos, esa es su característica que se espantan del sexo. Yo no sé si piensan que salieron de la divina providencia, o de dónde salieron, por debajo de las piedras, no se conciben como se concibieron”, subrayó.
Por si lo anterior no bastara, la sonorense afirma que el desnudo es algo natural en el ser humano y a través de éste hay que hacer reaccionar al espectador “ Yo no le tengo miedo a la piel, ni a la carne, no le tengo miedo a nada. Lo veía como algo natural, ¿pues que tú no te bañas y te encueras todos los días?, así es, no hay más, no hay de otra. Vemos a todos los animales como normal, vemos dos perros montados y es normal, lo que nos espanta es todo lo nuestro, hay gente que pisa la caca y si es de perro no le importa, pero si es de humana se escandaliza, porque nos tenemos miedo o desprecio, por eso he sido irreverente, transgresora, liberal, protestona. Me parece que sólo jaloneando a la gente, decía Moliére que a la gente había que hacerla reír en el teatro y ya que tuviera la boca abierta meterles la razón, hay que sacudirlos para ver si les entra un poco de razón.  Mi rebeldía ha sido mucho por eso”, enfatizó y queda asentado en una de las escenas más transgresoras del filme, aquella en la que Matea congrega al pueblo tocando las campanas de la iglesia como Dios la trajo al mundo. Sin embargo y aunque parezca raro Isela sintió nervios al hacer la primer escena desnuda, así lo reveló Arturo Ripstein, además de confesar el haber disfrutado el trabajar con Isela “trabajar con Isela fue siempre muy grato, es muy divertida, muy simpática. Se puso nerviosa cuando se tuvo que encuerar con la primera vez, se puso nerviosa, me pareció rarísimo porque era una costumbre que ella tenía en las películas” dijo.

Dios me ha elegido su juez...
La hipocresía y la doble moral tanto de la iglesia como de los feligreses es un tema a subrayar en el filme de Ripstein. Por un lado, apreciamos que el padre Feliciano tiene ciertos tintes misóginos, además de cuestionar la función de los sacerdotes en la sociedad, pues los tacha de ser el eslabón más inútil de la humanidad. Asimismo no es el único con una formación religiosa capaz de experimentar los deseos carnales y caer, los clérigos jóvenes son aún más propensos a ello, como queda sentado en la escena del nuevo cura, interpretado por René Casados, quien al ver a Matea con una silueta de ensueño, que ni mandada a hacer por la divina providencia, se quiere dejar llevar por  la tentación.
Mención aparte merece cada miembro del pueblo, la dama ninfómana que pide recato, pero no tiene reparos en enseñarle las bragas al padre Feliciano para ofrecérsele; la adúltera que reclama fidelidad; el pederasta que demanda respeto; el explotador que exige justicia, todos ellos engloban a través de un microcosmos el estado de la sociedad. Además cada uno sabe que tiene cola que les pisen y aún así son capaces de tirar la primera piedra. Esto cambia momentáneamente, cuando Matea anuncia a la comunidad que sabe cada uno de sus pecados y secretos, es así como a través de uno de los personajes, el de Leonor Llausás, presenciamos que por morbo y poder, quiere comprar los secretos de confesión con Matea, al obtener una negativa como respuesta y utilizando un mecanismo de defensa, todos tacharán de loca a Matea, para así mantener su reputación ante los ojos de ellos mismos sin tener que bajar la cabeza o ser motivo de comidilla, pues hay de pecados a pecados, restaurando así una aparente armonía.


Los temas considerados como “sácrilegos”, ya habían sido expuestos en cintas anteriores, podemos citar “Satanico Pandemonium (La sexorcista), dirigida por Gilberto Martínez Solares en 1975, la cual exponía la  trama de una novel monja tentada por el diablo, incitando la lujuria, la expiación y lo impío con sus compañeras, llevándolo al lesbianismo surreal. Pese a lo punzante de lo expuesto, la cinta se podría definir como una visión  fantasiosa, es decir no fungió como denuncia mas bien como una tentación diabólica que repercutió en el desenlace de la protagonista.

Durante su año de realización, en pleno sexenio de José López Portillo, la cinta no pudo ser exhibida ya que la entonces  titular de la naciente Dirección de Radio, Televisión y Cinematografía, Margarita López Portillo, no concedió los permisos. Con respecto a este acontecimiento Ripstein recuerda “Margarita López Portillo me dijo la frase que yo pensé nunca oír en mi vida y era que el pueblo mexicano no estaba preparado para ver esta película. A final de cuentas la prohibió no la dejó”, acotó.

Transcurrieron seis años para que la cinta saliera a la luz pública, luego de los cambios políticos y culturales en el que los poderes cambiaron, sin embargo a pesar de esto la cinta fue proyectada con ciertos cortes, debido a la orden del mandatario de cinematografía en turno, hecho que al hijo de Alfredo Ripstein no le cayó muy en gracia.
“Cuando entró Aberto Isaac a cinematografía, amigo de Miguel de la Madrid, le dieron el puesto y permitió que saliera con cortes.El que pensé que era amigo y que estaba de este lado del escritorio, siempre no fue así. Es más lamentable que Alberto Isaac me haya cortado un par de escenas a que Margarita me la haya prohibido, porque él era compañero, era de nuestro lado, Margarita era la autoridad y hermana del presidente, lo que fuera. Es mucho más lamentable que Isaac haya ejercido ese poder nefasto y abyecto” subrayó.

“2000 años de represión sexual se vienen abajo cuando aparece La viuda negra”, “Sucumba ante la tentación de ver ASÍ a Isela” fueron las citas que acompañaron al estreno del filme que data de un 18 de agosto de 1983, en cines como Regis, Savoy y Mexico, Madrid, Premiere, Nacional, Marina, Carrusel, C. Piscis, Vallejo Lindavista 2, Tauro, Plaza Aragón 1 y Nezahualcóyotl, y a pesar de  haber sido autorizada por la gente concerniente y competente al respecto, el pueblo mexicano también hizo latente su inconformidad, así lo manifiesta Isela Vega.
“Claro, hubo mucha censura, eran de irse a colar a la fila, eran estas sectas que hay, decían que esa cinta atentaba contra la moral cristiana, como si Cristo hubiera tenido moral, él era justo nada más, era un hombre de libertades y que defendía la libertad, sino no lo hubieran matado. Porque a los acomodaticios, los que hablan bien de los villanos a esos les va súper bien y los tienen protegidos a los que defienden los matan, ya lo vimos. Eran de meterse a las salas también con pancartas y le decían a la gente que se iban a condenar y la iglesia los iba a excomulgar”, refirió. En aquel momento otras de las ofertas fílmicas eran “Superman III”, Rollerball”, “La chica del adiós”, “El mundo según Garp” y se estrenaba con bombo y platillo “La gran aventura de los muppets”.

Con fecha del domingo 21 de agosto de 1983 en el periódico “El universal, el crítico Tomas Pérez Turrent escribió la siguiente crítica sobre el filme “Prohibida seis años por la era de las tinieblas que vivimos últimamente. Por la manera de contar una historia, dirigir a sus actores y evitar la demagogia. Ripstein confirma estar entre los poquísimos que se salvaron del cine mexicano”.

 Una vez vencidos los tapujos y la censura, la actriz de “Las apariencias engañan” afirma que “La viuda negra” es indispensable en su filmografía “Es una muy buena película, además me dieron un Ariel como mejor actriz por ella”. Además pese a las adversidades y disconformidades la gente nunca la atacó por este trabajo “No, nunca me pasó, tuve la fortuna de que me topé con gente afin a lo que yo pensaba”.







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lunes, 16 de julio de 2018

AMOR LIBRE





AMOR LIBRE

Está de la fregada vivir en una ciudad que no tiene ni mar ni río ni nada, una ciudad así tiene que ser fea y deprimente...

En medio de una selva de asfalto, como lo es la ciudad, el ajetreo, las obligaciones, el caos y algunas otras situaciones son determinantes para experimentar la soledad, a pesar de estar rodeado de mucha gente, tal es el casi de Julia (Julissa), una mujer de carácter alegre, de tendencias casquibanas, quien posee una tienda de curiosidades en cofradía de July (Alma Muriel), una fémina recatada, por no decir mocha, ambas poseen una amistad en la que, de una u otra manera, irán intercambiando roles e incluso un hombre.

Bajo las líneas antes citadas Jaime Humberto Hermosillo tejió “Amor libre, una cinta con tintes de comedia estrenada el  9 de agosto de 1979 en diferentes cines como Diana, Las Américas, Marilyn Monroe, Cinema Tres, Aries, Germán Valdés, Sagitario, Emiliano Zapata, Polanco, De la Villa. La premisa, con una ciudad de México en plena modernidad con su respectivo smog, nos presenta un retrato sobre la soledad y el cómo ésta se mitiga con una buena amistad. Incluso el 30 de abril de 1978 el periódico “El sol de México”  fue invitado a realizar un set visit, en la tienda de antigüedades de la zona rosa, donde Alma Muriel expresó la percepción que tenía de la cinta.

“Más que de ese sentimiento, se ocupa de la amistad...o de la falta de amor, de la soledad que muchos padecemos y que terminamos encaminando hacia el sexo, a fin de tener contacto humano. El asunto está visto en forma de comedia, pero es completamente serio, en un tono ligero se pueden abordar con mayor facilidad determinadas situaciones”.

La vida está llena de rollos, hay que acostumbrarse a no oírlos

Hoy en día ambas protagonistas de la cinta, Julissa y Alma Muriel, catalogan sus respectivos trabajos como importantes y trascendentes en sus carreras. En primera instancia Julissa, ante un receso cinematográfico, desmitificó su imagen de mujer virginal con el rol de Julia, la chica capaz de agarrar la onda y acostarse con aquel que le venga en gana, son su respectivo  desnudo, lo cual le desembocará cierto vacío. Sin embargo este papel no estaba contemplado para que la protagonista de “Corazón salvaje” lo interpretara, puesto que se le había ofrecido el papel de la chica recatada.

“Me gustó el libreto de Francisco Sánchez, me gustó mucho el personaje que interpreté. Aunque estaba basado en mí, porque los dos personajes se llaman Julia y July, el mío iba a ser el de la fresa, pero no me lo querían dar porque decían  que nunca había hecho desnudos, porque no me interesó hacerlos en la época de las Ficheras, pero Amor libre era especial, hice la prueba y salió bien. Era diferente a lo que había hecho, el otro papel era igual a las niñas recatadas, incluso monjas, que había interpretado. Me pareció, incluso viendo la película es el papel más importante, el que lleva la trama, al que le suceden más cosas, la que tiene más cambios, obviamente ese era el papel. La verdad no me hubiera gustado que lo hiciera otra persona”, acotó Julissa.


Eso del hogar dulce hogar ya pasó a la historia manita

Una vez tomado el papel de Julia, Alma Muriel fue la encargara de dar voz y rostro a July, una mujer tímida, con gusto por la literatura y una fascinación por el mar, indicada en la novela de Lord Jim, quien con la ayuda de su mejor amiga podrá liberarse del yugo familiar al que vive sometida, luego de tomar la decisión de irse a vivir al depa de su amiga y juntas pagar la “rencorosa”. Sin embargo Alma Muriel también posee anécdotas sobre este papel, y es que a ella le fue ofrecido el papel de la chica más alocada.

“A mí se me ofreció el que hizo Julissa y a ella el otro, entonces sin ponernos de acuerdo yo vi mucho más a Julissa en ese papel y a mí en el otro, entonces le dijimos a Jaime Humberto, cada quien por su lado, que pensábamos que sería mejor la interpretación, que nos veíamos en el personaje opuesto. Es un personaje con muchos más conflictos, mucho más vida interna, una gran inseguridad en sí misma,  le gusta leer como un mero acto cultural, que funciona muy bien en la película por Lord Jim y por el poema de Jaime Sabines (Los amorosos). Se complemente con su amiga porque ella es muy tímida no se atreve a, la otra hace muchas cosas y la jala, le da valor y le da seguridad, hay un gran respeto entre ambas. Me basé en lo que hace Diane Keaton en “Annie hall dos extraños amantes”, es muy difícil hacerlo pero había cosas que podían servirme para July. ”, subrayó Alma Muriel.



No te apures Che July lo que sobra son bananas y ocasión para probarlas

Instaladas en el departamento, ubicado en una azotea, las chicas se harán compañía, cocinarán, convivirán  y conocerán a diferentes hombres como Octavio Cortés alias El Pachuli (Fernando Balzaretti) y Ernesto (Manuel Ojeda), este último el novio de Julia, quien siente cierta atracción por July, creando cierto triángulo amoroso. Lo que ambas desconocen es que Ernesto, un piloto aviador, está casado desembocando una de las escenas cumbres del filme, cuando la esposa (Ana OfeliaMurguía) inesperadamente irrumpe al inmueble para confrontar a la amante. Con lo que no se contaba es que la mujer engañada se confundiera y ofendiera a la mujer equivocada, July. Acto seguido y saliendo de la ducha Julia da la cara.

“Y a esta pinche ruca ¿quién la dejó entrar a mi casa? Sepa Doña Pendeja, que soy yo la que se ha estado cogiendo a su marido”, son las líneas que reza el filme. Con respecto a esta escena Julissa afirma lo divertido que fue rodar la secuencia “Eso es lo que siempre se ha quitado en la versión de televisión, pero en la versión que hay, una pésima copia por cierto, ahí sí vienen todas las palabras. Esa secuencia fue muy divertida de hacer”.

A mí no me eche inglés eh, A mí no me alburee

El modo de contar la trama de “Amor libre” fue mediante planos secuencias, aquellos donde no lugar a la equivocación, con respecto a los mismos las dos protagonistas recordaron la dificultad de los mismos así como algunos aspectos a resaltar de la película, sobre todo las escenas del departamento.

“Fue un gran logro del señor fotógrafo, como del director, todo lo que se hizo en el palomar, que fue en interior, todos los planos  son larguísimos, tardamos mucho en hacerlos por la dificultad técnica y artística que implicaba. Por ejemplo cuando cocinamos fue difícil porque eran muchos utencilios, esas escenas son muy recordadas por mí”, manifestó Alma Muriel.

“Toda la mañana ensayábamos las secuencias, se construyó una casa en el foro de Chururbusco y todo estaba hecho a escala, porque no había computación. A través de la cámara se podía hacer zoom in, todos los movimientos de cámara. Después de ensayar en la mañana filmábamos en la tarde. Fueron cuatro semanas, fue una cosa casi militar, pero fue muy agradable”, dijo Julissa.



Ya en acción no hay espada que no te produzca comezón

En pleno clímax del filme se puede apreciar el cómo las protagonistas llegan a cambiar personalidades, en primera instancia July sucumbe ante la seducción de Ernesto, luego que éste abandonará a su mujer, y sin importar que haya sido el hombre de su mejor amiga. Por lo que compete a Julia, su impulso y coquetería, e incluso las ganas de decir ¿Qué esperamos que no nos encueramos?, se verán rebasadas por Mario (José Alonso), un hombre que le enseñará los percances que se pueden tener cuando a un hombre le calientan el boiler y no se meten a bañar; la situación se adereza con golpes, empujones y un cristal roto, los cuales pueden fungir como un llamado de atención para controlar la “moral distraída”.

“La repetimos como tres veces, las tres veces se tuvo que cambiar el vidrio, era de azúcar o de acrílico”, recuerda Julissa. La soledad del personaje de Julia queda delineada en el poema de Jaime Sabines “Los amorosos”, el cual es citado por su amiga, del que se extraen las siguientes líneas.

Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor.

En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo”.

Con una tonalidad de comedia, Jaime Humberto Hermosilo traza una radiografía contempóaranea de uno de los males que adolecen al ser humano: la soledad, la cual a veces es compensada con el amor libre, o sexo casual. Durante su estreno, en la que llegaron otras como Matar por matar, La playa vacía o Cadena , la promoción de la cinta   fue forjada con anuncios en periódicos que rezaban “Julissa se desnuda el cuerpo , Alma Muriel se desnuda el alma. Son mujeres para todas las noches”, sin embargo otro de los aspectos a remarcar es la amistad “Hay una escena hermosísima donde ellas ponen sus cabezas en un cristal, esa escena es hermosa”, cita Alma Muriel.

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