Cintas comerciales, de culto, mexicanas con anécdotas y reseñas de las mismas

sábado, 7 de julio de 2018

LAS POQUIANCHIS




LAS POQUIANCHIS



La opinión pública debe conocer la maldad y la pobredumbre de estas criminales...

El 12 de  enero de 1964 la opinión pública fue sacudida, con cierta dosis de morbo, pues la revista “Alarma” hizo públicos los crímenes de las hermanas  Delfina, María de Jesús y Eva González Valenzuela, mejor conocidas como “Las Poquianchis”, apodadas así por lo voluptuoso de sus caderas otros dicen que hacía referencia al dueño homosexual de una cantina apodado así. Homicidio calificado, plagio, secuestro, asociación delictuosa, lenocinio,violación sexual, lesiones, corrupción de menores, amenazas, violación a las leyes de inhumación y trata de blancas son  los crímenes realizados, de manera intelectual y en forma sádica, por este trío en el que uno de sus  dantescos prostíbulos, en San Francisco del Rincón, fue el detonante para dar a conocer las imágenes de once cuerpos exhumados, a los que se sumaron ochenta más, así como la liberación de dieciséis  mujeres famélicas y nauseabundas, quienes fueron sometidas a la prostitución.

Lagos de Moreno en  Jalisco y otro burdel  en León fueron las sedes de esta red de corrupción, en el que las autoridades estuvieron coludidas durante varios años, y donde las hermanas González Valenzuela prostituían  adolescentes y al pasar del tiempo, si ya no les servían, las mandaban torturar hasta la muerte. El caso inspiró escritos como el de Jorge Ibargüengoitia, quien labró la novela "Las Muertas. Con entrevista a una de las Poquianchis, María de Jesús, la periodista Elisa Robledo  escribió el libro "Por Dios que así fue", en el que se hallan documentos e imágenes de caso. Además también dio origen a una cinta con un guión de 214 páginas, escritas por Tomás Pérez Turrent y Xavier Robles, la cual sería dirigida por Felipe Cazals y llevaría por título “Las poquianchis”, en cuyo estreno los periódicos anunciaban en sus carteleras a la cinta con frases como “Secuestraron, extorsionaron, corrompieron, asesinaron. Su caso escandalizó al mundo y ahora son una leyenda negra”, así como “La página más negra de la nota roja”.



No se puede ser juez y parte...

Con fuertes tonalidades de denuncia social “Las poquianchis”, arrancó su filmación el 26 de julio de 1976 en los estudios Churubusco, teniendo también como locaciones sedes como Guanajuato, Xochimilco y Milpa Alta. El  reparto constó de figuras que con el paso de los años se han convertido en actrices de culto, así es como se cita a  Leonor Llausás (Delfa), Malena Doria (Chuy) y Ana Ofelia Murguía (Eva), como las madrotas y victimarias. En la otra cara de la moneda aparecen las explotadas, algunas de ellas cómplices por accidente, como se da a conocer a lo largo de la cinta y es donde localizamos a Diana Bracho (Adelina), Tina Romero (María Rosa), María Rojo (Lupe), Pilar Pellicer (Santa) y  Patricia Reyes Spíndola (Graciela). Incluso Diana Bracho se sintió emocionada cuando el cineasta Felipe Cazals la buscó para que interpretara a una de las pupilas de este clan, pero desconocía qué papel encarnaría.

“Fue genial que me llamara, vivía en Inglaterra, estaba en Oxford. En esa época no había internet, sólo era por teléfono trasatlántico, Felipe me habló y me dijo que me iba a enviar un guión, éste llegó, pero no me puso qué personaje quería que hiciera. Lo leí quedé maravillada, pero no sabía cuál personaje quería, no me identificaba, hasta que me dijo Adelina, yo pensé qué barbaridad, porque no doy el tipo físico, es una campesina, tenía que tener el tipo indígena, estoy contra el tipo (risa), ese fue el gran reto representar un contratipo, hacerlo creíble y convencer que era esa persona” dijo.

Pobres muchachas, va a ser difícil que olviden que fueron carne de placer y foco de infección social...

A lo largo de nueve semanas de rodaje, Cazals expuso el maltrato al que fueron sometidas estas mujeres que en primer instancia fueron engañadas, para luego encerrarlas, tenerlas sin comer y golpeadas para “convencerlas” de ejercer el oficio más antiguo del mundo. Una vez conseguido esto eran sometidas psicológicamente y vejadas físicamente, si algo no les parecía a sus “dueñas”. Con ciertos recursos de falso documental y de thriller, la cinta también expone las injusticias en el campo, visto a través del papá de Adelina y María Rosa, Jorge Martínez de Hoyos, quien a lo largo del filme busca reclamar las tierras que por años ha trabajado pero no se le han otorgado traicionando el dicho de Emiliano Zapata, aquel que refiere “La tierra es de quien la trabaja”. A través de  flashbacks, en tonos de blanco y negro, vamos conociendo la inmundicia en el que vive la clase campesina, y lo que en cierto modo obliga a estas personas a verse en situaciones infrahumanas, además de exponer la corrupción de las leyes, en todas sus manifestaciones.

La fusión entre las dos historias antes citadas no fue muy bien acogida por la crítica de aquellos años, así queda comprobado en El Sol de México, en un texto escrito por F. Sánchez del que se destaca lo siguiente “Es de lamentar, como acontece en esta película, que no siempre sea capaz de imprimirle la necesaria coherencia narrativa a sus filmes dentro de una estructura redonda. Es innegable que algunos episodios -y sobre todo algunas imágenes- sacuden al espectador por su carga dramática y  su poderío expresivo pero vista la película como una unidad, ésta se advierte sin pies ni cabeza”. Pos aquel tiempo el cine mexicano era bien consumido, así lo corrobora “El apando”, también de Cazals, el cual llevaba 91 semanas en cartelera, “El hombre de los hongos”, de Roberto Gavaldón iba en su tercer semana, mientras que se anunciaba  en breve “El elegido”, con Katy Jurado y Manuel Ojeda.

La fuerza que a la fecha sigue poseyendo “Las poquianchis”, es visto a través de Diana Bracho quien expone el peso sociológico del filme “Es la primera que habla de la prostitución en un contexto social, antes eran las prostitutas buenas, lo hacían para salvar a su familia, a sus hijos, era la prostituta buena que se vuelve así, o también estaban las ficheras, que era la explotación del sexo de la forma más corriente. En ésta las prostitutas eran explotadas igual que los campesinos o los obreros, pero se volvían explotadoras. Cuando entraban a la casa eran víctimas de las hermanas, cuando pasaban a ser las comadres torturaban a las demás chicas. Es muy interesante el análisis sociológico donde las víctimas se convierten en victimarias, ideológicamente es muy interesante”, enfatizó.

María Rojo, encargada de dar vida a Lupe, también hace un énfasis sobre la importancia de la cinta “Las prostitutas son así por hambre, y vemos cómo los campesinos vendían a las hijas porque no tenían para darles a comer. Es la verdadera cinta de prostitutas, uno de los mejores filmes del mundo con este tema es Las poquianchis”, subrayó.



¿Y a ti quién te tronó el maíz metiche?

Abortos, violaciones, hambruna eran los rituales de cada día, y a lo largo de décadas, en el que las tres lenonas principales mancillaban la existencia de sus trabajadoras. Si alguna de ellas llegaba a su límite y explotaba, se llegaba a enfermar o simplemente las llegaban a hartar por ser viejas, el resultado era caótico pues a un estilo de Charles Manson incitaban al resto de la manada a pegar y matar a las insurrectas, a quienes luego enterraban en los patios traseros, esto queda asentado en la escena en la que Adelina termina matando a palos a su propia hermana, María Rosa, luego de que Delfa le lavara la cabeza a la homicida. Diana Bracho fue la comisionada de ejecutar esta escena, la cual cataloga como la más devastadora en toda su carrera.


“Es de las escenas más difíciles que he filmado en mi vida, cuando me preguntan ¿oiga hacer un desnudo no es lo más difícil? respondo no, lo más difícil no es desnudar el cuerpo sino el alma y esas escenas son las que te obligan a ello,  ésta que es muy desgarradora . Como actriz te entregas al cien por ciento a la emoción del personaje, aunque sea ficción entras en la realidad del personaje. Fue la escena, yo creo, la más difícil que he hecho en mi vida. Felipe me gritaba, me azuzaba, estaba sentado cerca y decía más más fuerte, pégale más, tremendo. Yo aceleraba, casi no podía respirar, sufría mucho. Lo que estaba abajo era un bulto con algo. Tenía que sacar una rabia y una cosa terrible, yo soy una persona muy poca violencia, me aterra le huyo, en todos los aspectos, física y emocional, aquí era ambas, era un sentimiento al que difícilmente se acerca uno como ser humano, muchas cosas mezcladas” remarcó. Los motivos que llevan a Adelina a aniquilar a su hermana son expuestos por la hija del cineasta Julio Bracho “ Ella dice que la mata por compasión, porque le vio enferma, vomitando sangre, supuestamente la mató por compasión, eso dijo el personaje real. Es muy complejo, imagínate. Me enfermé ese día físicamente, llegué a mi casa perdona lo prosaico pero a vomitar, vomitar y vomitar, me afectó muchísimo. Emocionalmente es la que más me tocó, la que más me lastimó”subrayó.

María Rojo, en su papel de Lupe, también cuenta que una de las escenas a realizar fue cruenta y dolorosa. Ésta compete a la balacera en la que fallece el Tepo (Gonzalo Vega), y en la que en medio del caos se le escapan las prostitutas, recibiendo una tunda como pocas “Era muy doloroso cuando la golpean, incluso la original  Guadalupe  Moreno Quiroz tenía cicatrices reales, le fueron hechas cuando se le escapan las mujeres. Todos los personajes desgastan porque se trabajan a fondo para que sean creíbles y tener la mejor interpretación posible, todo con la ayuda de la dirección, el guión, porque el cine es un trabajo de equipo”, dijo.

Fueron pocas secuencias y pocos días de rodaje, sin embargo con el papel de Graciela, Patricia Reyes Spíndola, se dejó en claro el maltrato del que fueron objeto si alguna se alebrestaba con las madrotas, como se aprecia en una discusión, durante su festín de agua y frijoles. Con respecto a esta escena la actriz de “Mujeres insumisas”, también compartió algunos secretos del rodaje “Yo me moría muy pronto, me daban un planchazo, fueron pocas secuencias. Me descalabraron ahí, me salió sangre de a de veras, no corté ni nada, no sé por qué, me esperé hasta que terminara la escena.No sé si fue la caída, la plancha, de ahí todavía tengo una cicatriz”



Yo no tengo corazón de perra como ustedes


Para sacar adelante sus respectivos personajes, las actrices participantes se apoyaron en grabaciones originales de los juicios, las cuales fueron conseguidas por el equipo de producción.

“Adelina existía y estaba en la cárcel, Tomas Pérez Turrent, uno de los guionistas del filme, me consiguió una grabación donde decía por qué había matado a su hermana, en la cinta es un monólogo, y eso me iluminó . Escuchaba el tono de voz, lo escuchaba y escuchaba. Me llamaba la atención lo desdramatizado de su relato, nunca dramatizaba, era como si hubiera matado una gallina, me sirvió mucho para crear ese personaje, fue una experiencia muy dura la filmación por las condiciones, éramos muchas mujeres, nos echaban lodo y excremento de mentiritas, pero durante todo el día. Fue una experiencia difícil pero satisfactoria, es una gran película. Me encanta” refirió Diana Bracho.

“Nos dieron las grabaciones, a mí la de  Guadalupe Moreno Quiroz, me saqué un segundo Ariel. Primero que nada saqué el acento de Lagos de Moreno. Era muy obvio que tenía una forma de hablar , de hecho lo que dice en la pantalla lo dice en la grabación”, citó María Rojo.
Ana Ofelia Murguía es la encargada de dar vida a una de las Poquianchis, Eva, quien también se basó en las grabaciones y en la dirección de Cazals para sacar adelante este papel “Hablando con Felipe, me dieron una grabación que le hicieron a esa Poquianchi, todavía tengo el rollo, para que oyera el tonito. Ahí notaba que era trampozona, se ve cuando se quita la blusa. Ese pequeño tip me sirvió y también lo que puse de mi cosecha, tratando de saber historias, saber del asunto, imaginándote situaciones y la dirección de Felipe”, manifestó. Incluso el director le hizo una petición especial a Ana Ofelia, la cual finalmente no fue acatada “Cuando me llamó me dijo que tenía que engordar, no sé si diez o quince, le dije me vas a tener como vaca comiendo pastura. Entonces me lo dejó en tres o cinco, pero no hice nada, porque pienso que tampoco es tan importante, si necesitan una gorda gorda lo mejor era que llamaran a otra actriz”, reveló.

No se nos ha comprobado nada

El filme de Cazals comienza en la década de los 50 concluyendo a mediados de los 70, época en la que se filmó, sin embargo la cinta estrenada el 25 de noviembre de 1976 en los cines Roble, Futurama, Virgo, Palacio, México, Tlalnepantla, Dolores del Río y Atoyac, y por razones obvias, no expone lo qué pasó finalmente con este trío de delincuentes, en el que se puede citar que Delfa, La Poquianchis Mayor, falleció el 17 de octubre de 1968 ,a los 56 años, en la cárcel de Irapuato luego de ser golpeada con un cubetazo de cemento; María Luisa, alias “Eva La Piernuda”, pereció en su celda de Irapuato carcomida  por el cáncer hepático, en noviembre de 1984.  La única que murió en libertad fue  María de Jesús.

La cinta causó estragos por las escenas y crueldad mostrada, la cual se queda corta ante la realidad. A su vez Cazals expuso la voracidad de la prensa amarillista, la corrupción y otros detalles por los que  se anotó un éxito en su carrera, al mostrar una cinta punzante y escalofriante. Recordando un poco el cómo es Felipe Cazals en el set, Diana Bracho compartió algunas impresiones del realizador.

“Es un cineasta muy riguroso, sabe lo que quiere y lo sabe pedir. Es muy estricto y puede llegar a ser agresivo con los actores, ya se ha dulcificado. En esa época era duro, pero fíjate que yo he tenido suerte, no sé que les provocó a los directores, conmigo fue una seda. Hay una amistad que perdura, muy amorosa, muy bonita. Me da un poco de pena porque éramos muchísimas mujeres, conmigo tenía una deferencia notoria, me da pena, tráiganle la silla y ellas en una piedra picuda, me trataba como princesa y me daba pena con mis compañeras. Yo no le tengo más que respeto y cariño, me siento privilegiada de trabajar con él”, puntualizó.

Precisamente Felipe Cazals, director del filme, expone cómo sacó adelante este proyecto y la amistad que le costó con el co guionista de este trabajo. 


Si quieres saber más del caso original de "Las poquianchis" hay muchos trabajos audiovisuales en Internet

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7 comentarios:

  1. Me parece super interesante la nota. Yo leí el libro hace mucho tiempo pero no sabía de esta película

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    1. Así es, fue un caso muy sonado que se explotó en la nota amarillista e incluso violentó a las actrices que participaron en la película. Saludos

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  2. La reseña es muy detallada y descriptiva, no he tenido la oportunidad de ver este audiovisual, pero por la amplia información que se comparte, sin duda es un material que expone los rasgos más oscuros de una sociedad.

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    1. Estás en lo correcto, no es muy difícil conseguirla y su precio es muy accesible. Gracias por comentar

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  3. Yo leí el libro en la universidad y ahora sigue la película. Es bueno saber cómo se hacía el cine antes. Excelente reseña.

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    1. Si tienes la oportunidad de verla sería genial. Gracias por leer

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