DOÑA HERLINDA Y SU HIJO
Sí, ya sé que lo haces sólo por
darle el gusto a tu mamá.
En plenos albores del siglo XXI la
frase “se le chorrea el helado”, atañe inminentemente a una persona homosexual,
y aunque el tema ya no escandaliza como ocurría en tiempos de antaño, aún sigue
habiendo ciertos estigmas. Adelantándose a su tiempo, 1985, Jaime Humberto
Hermosillo retrató la gazmoñería, con tintes de comedia, de la clase media alta
en Guadalajara con Doña Herlinda y su
hijo.
Partiendo de un relato homónimo, del
veracruzano Jorge López Páez, la cinta retrata la relación de dos jóvenes
homosexuales de clase media alta, Moncho (Arturo Meza) y Rodolfo (Marco
Treviño), quienes en medio de besos y caricias evidentes, hecho que no había
pasado en la cinematografía nacional, el dúo da rienda a las pasiones que
dictan su naturaleza. Ante tal hecho se presenta la figura de la madre de
Rodolfo, Doña Herlinda (Guadalupe del Toro), quien se hace de la vista gorda
ante las preferencias de su hijo sirviendo como tapadera, pero también
instigándolo a que continúe con la progenie, hecho que no cae muy en gracia de
Moncho.
Si el texto anterior es
transgresor, éste sube de tono al ubicar la trama en Guadalajara, donde se dan
los hombres, como se reza un dicho y que a su vez es un lugar caracterizado por
las buenas costumbres y el recato. Con respecto a la hipocresía y los tintes
gay de la cinta, Marco Treviño, actor que diera vida a Rodolfo compartió
algunos aspectos, que considera relevantes, de la cinta.
“Es algo que sucede mucho en
nuestra sociedad, y en una tapatía aún más. Es mucho guardar las apariencias.
Ella (Doña Herlinda) sabe que no puede
luchar contra eso, quiere tener al hijo cerca. En lugar de desafiar al hijo
está a favor y le construye su bungalow para que tenga al novio ahí y le busca
novia para que cumpla con las apariencias y cumpla con las reglas sociales de
una sociedad mexicana”, remarcó.
A ver, enséñeme su corno francés
Los tintes de homosexualidad, aunque a muchos les parezca
que no, puede apreciarse en algunas
cintas como “A toda Máquina” o “Dos tipos de cuidado”. Años después Arturo
Ripstein proyectó un beso homosexual en “El lugar sin límites”, hecho que le
costó la muerte a la Manuela, ante el machismo e intolerancia que había en la
atmósfera del filme, sin embrago Hermosillo fue más allá y además de ósculos
presentó fuego, amor y ternura con sus personajes principales en “Doña
Herlinda....”, hecho inusitado en la cinematografía nacional, rompiendo así
ciertos estereotipos pero también provocó un poco de temor, a la hora del
rodaje, en Marco Treviño “Pues mira sí fue difícil, pero para eso soy actor. No
estudié actuación, no tengo la formación, si lo hubiera hecho como lo hacen
ahora hubiera sido más fácil, yo tenía mi educación tapatía estaba encima de
mí. Disfruté hacer la película. Si volviera a nacer la volvería a hacer y más
fuerte. Se convirtió en una película de culto, es un fenómeno mexicano. Sigue
siendo un ícono de la filmografía mexicana pésele a quien le pese. Esta
película llegó adelantada a su tiempo, es una película sencilla muy sencilla y
que llevó a México a todo el mundo.”, remarcó.
Si me voy, seguro lo pierdo; y si
me quedo tal vez no. Aconséjame
A pesar del amor profesado por los
protagonistas el machismo sale implícito, sobre todo en el papel del
neurocirujano pediatra, Rodolfo, quien se ve obligado a fingir una
bisexualidad. En primer lugar y a través de su
rol se aprecia la indumentaria del macho mexicano (jeans ajustados,
botas, bigote, sombrero), así como los típicos y estúpidos celos, por los que
Ramón no puede convivir con nadie que no sea él, como se aprecia en el domingo
familiar en Ajijic, donde la mirada de Rodolfo es inquisidora. Es de este modo
como éste médico, y con la excusa de darle gusto a su madre, sí se puede dar el
permiso ser infiel con el pretexto de tratarse de una relación heterosexual.
Por su parte, Ramón (Arturo Meza)
se muestra con cabello largo, con un físico más delineado, aludiendo al rol
pasivo de la relación, así como aquel que debe
soportar las infidelidades de Rodolfo, a través de un matrimonio y un
próximo bebé, el cual será un requisito esencial para que su amorío continúe, y
hasta sea, en cierto modo bendecido, por Doña Herlinda.
Ana, Rosita, Lupita y ahora Olga;
tu mamá no quita el dedo del renglón.
Doña Herlinda, representa el
encubrimiento y el resguardo de las
buenas costumbres, pese a saber la verdad de su vástago, quien no sólo está al
tanto sino que tiene al amante de su hijo viviendo prácticamente a su lado.
“¿En serio? Que cosa tan curiosa.
Rodolfo de niño también era zurdo, nomás que lo enseñé muy bien a ocupar la
mano derecha, e hice de él un maravilloso ambidiestro. Salud.”, refiere Doña
Herlinda en el filme, al conocer a la familia de Olga. La encargada de dar vida
a este papel es Guadalupe del Toro, mamá del realizador mexicano, Guillermo,
mujer a la que su hijo en la cinta, Marco Treviño, le guarda gratos recuerdos
“Es una gran señora, gran mujer, los
papás de Guillermo lo apoyaron desde chiquito, su papá le compró su primera
cámara. Fue maravilloso trabajar con ambos, son grandes personas”, dijo con respecto a esta dupla,
puesto que Guillermo trabajó en esta
cinta como gerente de producción.
Qué miedo pensar que me puedo pasar
toda una vida encerrada en la cocina …
Ante el inminente matrimonio de Rodolfo, la
decisión de Ramón será el quedarse, tragarse el orgullo y su amor propio, por
continuar con el hombre de sus sueños y no sólo eso, también convivirá con su
rival, Olga (Leticia Lupercio). La próxima cónyuge, intuye las inclinaciones de
su futuro esposo, sin embargo la relación se amolda a sus necesidades, es una
mujer de familia conservadora y tradicional, pero al mismo tiempo posee
inquietudes de ejercer su profesión, como lo dicta la mujer contemporánea.
Incluso el personaje sólo aparece con falda en una escena, es las subsecuentes
se muestra con pantalones, simbolizando el poder y auge que ha adquirido el
llamado sexo débil al paso de los años.
El desenlace del filme realmente enfadó a la
sociedad, y mostró la posibilidad de que un niño sea educado por una personas
gay, en el cual se puede apreciar al triángulo amoroso con un recién nacido,
siendo aceptado y cobijado por la figura materna, una premisa similar se gestó
años después con la cinta de Ang Lee “Banquete de bodas”.
“Qué hermoso hubiera sido vivir bajo aquel techo.
Los dos unidos siempre, y amándonos los dos. Tú siempre enamorada; yo siempre
satisfecho. Los dos una sola alma, los dos un sólo pecho. Y en medio de
nosotros, mi madre, como un Dios”, versa el poema recitado por Rodolfo en la
última escena del filme, el cual cierra con la imagen de Doña Herlinda.
Rodolfo ¡defínete!
En un contexto en el que se exhibían
propuestas como “Ninja americano”, “La verdadera historia de Bruce Lee” o “Arma
mortal”, cargadas de violencia y mucha virilidad, la cinta de Hermosillo
también fue exhibida en aquellas fechas, luego de dos años de haber sido
realizada, fue un 18 de junio de 1987 teniendo como marco nueve salas, bien
ubicadas, como lo fueron Chapultepec, Insurgentes 70, Dolores del Río, Hermanos
Alva, Gabriel Figueroa,Viaducto, Ermita, Fausto Vega y Las Alamedas, con
localidades que oscilaban entre 500 y 300 pesos. Con respecto a su tropezado
estreno, Marco Treviño recuerda aquellos días “En México no fue bien recibida
por la industria, no tanto por el público. En Guadalajara cuando se estrenó en
la primera muestra de cine mexicano que fundó Jaime Humberto. La gente apenas
se sonrió, el ambiente era tenso, la vi en el DF en otra ocasión, la gente se
rió ligeramente. Luego en el festival de
Miami y la gente se estaba cagado de risa, en el primer beso, una diferencia
impresionante. En México no la dejaron los exhibidores y distribuidores, además
era una cinta independiente . En el extranjero me llegaron cartas de Francia,
Bélgica, Inglaterra, ahí estuvo seis meses en cartelera. En Nueva York estuvo
tres meses. Fue muy curioso”, dijo.
Precisamente, y antes de su estreno
comercial, la cinta tuvo una circulación en festivales de diversas latitudes
como Amiens, Nueva York, Londres pero fue en Miami donde Marco Treviño se
percató del alcance que la cinta podía llegar a tener, pues incluso conmovió al
mismísimo escritor de “El beso de la mujer araña”, Manuel Puig.
“Terminando
la función de Miami, Manuel Puig sale y me dice tengo algo muy
importante que hablar contigo, cuando tengas tiempo libre, pero había gente y
me dijo que los atendiera. Al día siguiente en el hotel me dijo vamos a un
lugar discreto. Me llevó a un rincón y con lágrimas me dice quiero agradecerte
que me hayas hecho recordar, porque en pantallas eres idéntico al gran amor de
mi vida. Sí fue una experiencia maravillosa que Manuel Puig me haya dicho eso.
Me dijo yo sé que tú eres otra cosa y la película es otra . Le agradecí su
sinceridad y respeto, porque además jamás nunca tuve acoso, ni molestia, todos
me trataron con respeto, cosa que agradezco”, reveló.
“Doña Herlinda y su hijo”, la cual fue
promocionada bajo la frase “Una madre muy cuerda y un hijo muy loca, en una
comedia deliciosa y mordaz”, dio rienda suelta a Hermosillo para dar
continuidad a películas con temática y escenas
abiertamente gays, aunque ya había tenido guiños o referencias en cintas
previas como “El cumpleaños del perro” o “Matinée”.
AQUÍ UNA DE LAS ESCENAS
AQUÍ UNA DE LAS ESCENAS
Que felices recuerdos, gracias por el reportaje.. 😎😋😍😘😉😊
ResponderBorrar¡Qué bueno que te gustó! Un abrazo
ResponderBorrarla escena del sauna es el sótano o el arenal?
ResponderBorrar¡¡¡ ES A MI PUNTO DE VISTA, UNA PELÍCULA SÍN MUCHAS PRETENSIONES. LAS HAY MEJORES. !!!
ResponderBorrarPor fin vi esta joya del cine mexicano y también terminé conmovido hasta las lágrimas, lo maravillosos del filme es que no caduca, sigue siendo un tema contemporáneo en este 2020.
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